Este 2020 nos está sacudiendo mundialmente con una pandemia que solo Bill Gates fue capaz de prever. Ahora más que nunca, las pequeñas decisiones tienen grandes consecuencias. Y de nosotros depende el rumbo que tomen nuestras vidas y las de nuestros empleados.
En la situación de confinamiento por pandemia de coronavirus, si algo estamos aprendiendo justamente es el valor que tiene para cada uno de nosotros el contacto humano y el impacto que tiene en nuestras vidas su ausencia.
Cuando “esta pesadilla” termine, nos enfrentaremos al reto de volver a nuestros puestos de trabajo y a la ansiedad que puede comportar volver a entrar a un tren, autobús o metro público por el miedo al contagio.
Las empresas tienen ahora una gran oportunidad: demostrar su interés, no sólo por el medio ambiente y el desarrollo económico, sino también por la salud y bienestar de sus empleados.
El bus de empresa permite garantizar la salud física de los empleados, minimizando el riesgo de contagio mediante la implantación de estrictas medidas de higiene y seguridad, sino también, para velar por la salud mental de sus trabajadores mediante la evitación de la ansiedad generada por los traslados.
El Bus de empresa, puede limitar la capacidad del vehículo, para garantizar la distancia de seguridad recomendada de 1-2 metros. De esta manera, podemos retomar ese contacto humano que tanto nos está faltando, con esa mínima distancia social que permite evitar el contagio y el estrés emocional que eso conlleva.
A día de hoy nadie se cuestiona los beneficios a nivel económico y medio ambiental que supone el uso del transporte colectivo. Pero, ¿qué beneficios comporta esta elección en nuestra salud mental?
Vivimos con “el pie pisando el acelerador”, metafóricamente hablando. El reloj siempre juega en contra nuestra y a veces resulta muy complicado encontrar espacios de tiempo para encontrarnos con nosotros mismos o simplemente compartir con tu compañero de tu trabajo unas risas o comentar una idea que se te ha ocurrido durante la jornada laboral.
Porque estamos ocupados y preocupados en exceso. Vivimos rápido, pensamos rápido, sentimos rápido y actuamos rápido. Y ahora encima, también vivimos angustiados, por nosotros, por nuestros seres queridos y por el futuro incierto.
Con este frenético ritmo queda poco espacio para la observación, la reflexión, la reformulación y la perspectiva. Y la vida no va de esto, te lo aseguro. No solo va de trabajar y correr, sino que va de vivir.
¿Y tú quizás te estarás preguntando qué tiene que ver todo esto con el transporte colectivo para empleados? Pues tiene que ver y mucho. Este tipo de transporte te permite:
Es momento de rescatar los valores como el compartir, la colaboración, la generosidad, la empatía, el respeto, la comunicación y abandonar aquello que nos ha llevado a la situación actual.
Las personas somos seres sociales y para nuestro equilibrio personal y emocional necesitamos de nuestra tribu. Nuestra tribu familiar, de amigos y por supuesto también de compañeros con los que compartimos gran parte de nuestro día a día.
Compartir con nuestra tribu facilita la interacción que genera emociones que nos permiten entrenar nuestra inteligencia emocional a través de la empatía (capacidad de ponernos en el lugar del otro y leer sus emociones) y la asertividad (capacidad de defender nuestras ideas sin quebrantar la relación con el otro). Y ese entrenamiento solo se da cuando interaccionamos con los demás.
“Si quieres llegar rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”. Proverbio africano
Si quieres saber cómo puede ayudarte BUSUP a garantizar la salud y el bienestar de tus empleados no dudes en contactar con pol@busup.com
Psicóloga-PCC Coach-Formadora