Los viajes diarios en transporte colectivo pueden contribuir a abordar los retos que toda urbe trata de superar, ayudando a las empresas a impulsar su buena imagen dentro de la comunidad. Para los viajeros, todo son ventajas, pero es la organización la que debe dar el primer paso con la movilidad corporativa.
Los objetivos de sostenibilidad aplicables al transporte (que pasan por reducir la huella de carbono); y las metas que se propone la sociedad para conseguir espacios urbanos donde predomine el bienestar (sin ruidos, sin atascos, sin humo) son algunos de los argumentos a favor del transporte lanzadera. En el escenario actual se plantean buenas alternativas a los trenes y tranvías y una de las que más fuerza toma para estos recorridos de corta distancia son los autobuses corporativos, como mejor solución al transporte colectivo.
¿Cómo crees que se sienten tus empleados al volante durante un atasco? ¿Qué podrían estar haciendo durante esos minutos que dura la retención? ¿Su satisfacción aumentaría si tuvieran acceso a una forma de llegar de casa al trabajo sin esfuerzo?
Aportar soluciones a los problemas, antes de que afecten a la plantilla, es una de las capacidades que diferencia a las empresas con mejor marca empleadora del resto. A pesar de los diferentes contextos, algunos desafíos son comunes a todos, tales como:
Está claro que recoger a los trabajadores en la puerta de su domicilio y dejares en la de la oficina, permitirles disfrutar de unos minutos de desconexión total o facilitarles la privacidad, el espacio y la conexión para empezar a responder emails o preparar una reunión, son ventajas que mejorarían su experiencia en la empresa. ¿Por qué privarles de ellas?
La movilidad corporativa plantea retos, pero, afortunadamente, las soluciones más sencillas, están cargadas de beneficios. Es lo que sucede con el transporte lanzadera, que destaca por 3 importantes ventajas:
BUSUP es uno de los beneficios más apreciado por los empleados, ya que les permite aprovechar el no tener que conducir para organizar sus tareas y ejecutar algunas de ellas como hacer la compra en línea, adelantar trabajo, hablar con los compañeros, relajarse, eliminar el estrés de conducir y aparcar e incluso dormir.
El resultado es positivo para el empleado, que puede conciliar la vida laboral y personal de forma más efectiva; ve sus tiempos de espera reducidos gracias a que el transporte lanzadera es directo (no hay que cambiar de medio y no hace falta aparcar), ahorra en combustible y seguro; y brinda igualdad de oportunidades a las personas discapacitadas para ir al lugar de trabajo.
También es la opción más indicada para las empresas que se preocupan por el futuro del planeta, porque reduce la contaminación y mejora el prestigio. Los empleados se sienten felices y orgullosos de trabajar en una corporación verde que también ayuda a construir reputación y atraer nuevos talentos.