El planeta está sufriendo un gran impacto climático, la naturaleza está cambiando negativamente y la sociedad de todo el mundo tiene grandes problemáticas sociales. El mundo grita que necesita un cambio desde hace años. La buena noticia: existen 17 objetivos de desarrollo sostenible que impulsó la ONU para conseguir un equilibrio medioambiental y social.
Los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), también conocidos como Objetivos Globales, son los principios básicos para poner fin a la pobreza y proteger el planeta. Tratan de conseguir conciliar el crecimiento económico, un equilibrio medioambiental y el progreso social para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos, garantizando que todas las personas tengan las mismas oportunidades sin comprometer el planeta.
Estos surgen en la Conferencia de las Naciones Unidas, celebrada en Río de Janeiro en 2012, dónde se crearon un conjunto de objetivos mundiales, aunque su puesta en marcha no fue hasta 2016.
Los ODS son 17 objetivos que se desglosan en 169 metas y 231 indicadores, y quedaron recogidos en la Agenda 2030. Esta es una herramienta para el desarrollo sostenible que busca lograr cambios positivos para el planeta y la sociedad, promoviendo la prosperidad y acabar con la pobreza.
Con las actividades habituales diarias, todas las empresas impactan, únicamente por existir, en uno o varios ODS. De los 17 hay tres que están enfocados de forma directa a los negocios.
El ODS 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico) promueve el crecimiento económico sostenible mediante un aumento de la producción e innovación tecnológica. El ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructura) potencia los avances tecnológicos para encontrar soluciones a los desafíos económicos y ambientales.
Además del ODS 12 (Producción y consumo responsable) que busca reducir la huella ecológica con un cambio en los métodos de producción y consumo.
Sin embargo, todos los ODS se interrelacionan entre sí y en cada uno de ellos hay acciones que las empresas pueden realizar para promoverlos, según el sector al que se pertenezca. Por ello, es importante que cada negocio priorice los objetivos que tienen mayor impacto en función de su actividad.
También existen algunos objetivos que pueden promover empresas de diversos sectores, a pesar de que su sector no esté enfocado directamente a este, como es el caso del ODS 11 (Ciudades y comunidades sostenibles).
Entre las metas de este objetivo se incluyen el acceso de todas las personas a viviendas, proporcionar transportes seguros y sostenibles, proteger el patrimonio cultural y natural o reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades.
Un ejemplo de las acciones que las empresas pueden realizar, independientemente de su actividad, para cumplir este objetivo es ofrecer transporte colectivo para sus trabajadores, reduciendo las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, puesto que un autobús genera hasta 5 veces menos que un vehículo privado.
Sin que las empresas sean sostenibles y responsables, que los ODS se consigan es prácticamente imposible. Por lo tanto, la ONU anima a los negocios, tanto privados como públicos, a cumplir estos objetivos de desarrollo sostenible. Pero, ¿las empresas ganan algo con esto?
Las que adoptan compromisos basados en los ODS aportan un beneficio para todos, pero también tienen otras ventajas para el propio negocio, como un aumento de su reputación corporativa. La razón de este incremento es que los consumidores dan más importancia a las marcas sostenibles y alineadas con sus valores, según demuestra el informe de IBM.
Entre las ventajas también se encuentra una mejora en la dirección y transparencia de la empresa, puesto que las marcas se comprometen a comunicar sus avances y resultados por medio de informes y reportes. Esto brinda a los negocios una nueva forma de comunicar y les aporta más veracidad.
Más de un 72% de empresas a nivel mundial mencionan los ODS en sus informes. Para inspirarse y ver cómo lo hacen otros negocios, aquí mostramos algunos ejemplos de qué acciones realizan por los ODS:
Entre las acciones cuenta con programas para proporcionar conocimientos nutricionales y recetas saludables que involucran a los niños en la preparación de las comidas. Con este programa cumple con los ODS 2 y 3.
Algunos ejemplos de estas acciones son la reducción de un 25% en el grosor de packaging, proyectos para incentivar el reciclaje, lanzamiento de la primera envoltura compostable para pan y asegurar el 100% de los packaging sean biodegradables.
Lo que está claro es que las iniciativas respetuosas con el entorno y la sociedad son cada vez más valoradas e importantes, siendo los objetivos de desarrollo sostenible una parte fundamental para conseguir un equilibrio social y medioambiental. Las empresas tienen una situación clave para ayudar a cumplir estos objetivos, donde podrán mejorar su impacto social y, además, impulsar sus beneficios.